Espondilólisis: causas, síntomas y tratamiento

La espondilólisis es una afección caracterizada por un defecto o fractura por estrés en la pars interarticularis, un pequeño segmento óseo que conecta las articulaciones facetarias en la parte posterior de la columna vertebral. Esta afección afecta con mayor frecuencia la columna lumbar, en particular la zona lumbar. La espondilólisis puede causar molestias, pero con una detección temprana y un tratamiento adecuado, los síntomas a menudo pueden aliviarse, permitiendo a las personas retomar sus actividades normales.

Causas de la espondilólisis

La causa exacta de la espondilólisis no siempre está clara, pero varios factores pueden contribuir a su desarrollo: 

Genética: Un historial familiar de espondilólisis puede aumentar la probabilidad de desarrollar la afección. 

Estrés repetitivo y uso excesivo: Las actividades que involucran hiperextensión y rotación repetidas de la columna lumbar, como la gimnasia, el fútbol o la danza, son culpables comunes. 

Actividades atléticas: Los deportes que requieren flexión y torsión frecuentes de la espalda baja a menudo conducen a fracturas por estrés en la pars interarticularis. 

Trauma: Un solo evento traumático, como una lesión en la columna, puede conducir a espondilólisis. 

Crecimiento acelerado en adolescentes: El crecimiento rápido durante la adolescencia puede contribuir al estrés en la columna vertebral en desarrollo. 

Desequilibrios musculares y mala postura: La debilidad o el desequilibrio en los músculos que sostienen la columna vertebral pueden colocar tensión adicional en la espalda baja.

Síntomas de la espondilólisis

La espondilólisis puede presentar diversos síntomas, entre ellos: Dolor lumbar: Dolor persistente localizado en la zona lumbar, que suele empeorar con la actividad. Dolor que aumenta con el movimiento: La hiperextensión o las actividades que involucran la zona lumbar pueden exacerbar los síntomas. Rigidez y espasmos musculares : Los músculos que rodean la vértebra afectada pueden contraerse y doler. Dolor irradiado: El dolor puede extenderse a los glúteos o los muslos, pero generalmente no se extiende por debajo de la rodilla. Movilidad reducida: Algunas personas pueden experimentar rigidez o limitación del movimiento en la zona lumbar.

Diagnóstico de la espondilólisis

El diagnóstico de la espondilólisis implica una combinación de evaluación clínica, historia clínica y estudios de imagen: Exploración física: Evaluación del rango de movimiento, la fuerza muscular y cualquier síntoma neurológico. Radiografías: Imágenes para identificar fracturas o defectos en la pars interarticularis. Tomografías computarizadas: Imágenes transversales detalladas que proporcionan una visión completa de las anomalías óseas. Resonancia magnética: Se utiliza para evaluar los tejidos blandos y detectar la compresión nerviosa.

Opciones de tratamiento para la espondilólisis

El tratamiento depende de la gravedad de la afección y de los síntomas del individuo. Las opciones incluyen: Descanso y modificación de la actividad: Evitar actividades que exacerben los síntomas puede facilitar la recuperación. Fisioterapia: Ejercicios para fortalecer los músculos del torso, mejorar la postura y aumentar la flexibilidad. Ortesis: En algunos casos, se puede recomendar una ortesis lumbar para brindar soporte adicional durante la recuperación. Manejo del dolor: Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o los relajantes musculares pueden ayudar a aliviar el dolor. Intervención quirúrgica: La cirugía, como la fusión espinal, generalmente se reserva para casos graves o cuando los tratamientos conservadores fallan.

La espondilólisis es una afección controlable y, con la combinación adecuada de tratamientos, las personas pueden retomar sus actividades cotidianas con mínimas molestias. El diagnóstico y la intervención tempranos son clave para prevenir la progresión de la afección y garantizar la salud espinal a largo plazo.

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