El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer más comunes en hombres a nivel mundial. Si bien existen diversas opciones de tratamiento, la cirugía sigue siendo el método principal y eficaz, especialmente en etapas tempranas o localizadas de la enfermedad. La cirugía de próstata consiste en la extirpación de la glándula prostática y, en ocasiones, de los tejidos circundantes para eliminar las células cancerosas. Este artículo ofrece una visión a fondo de la cirugía de próstata, incluyendo los tipos de procedimientos, las indicaciones, la preparación, la recuperación, los riesgos y los avances en las técnicas quirúrgicas.

Comprender el cáncer de próstata
La próstata es una pequeña glándula masculina, ubicada debajo de la vejiga y delante del recto. Desempeña un papel crucial en la producción de líquido seminal. El cáncer de próstata se produce cuando las células prostáticas crecen descontroladamente. Si bien en muchos casos es de crecimiento lento, también puede volverse agresivo y extenderse a otras partes del cuerpo.
La detección temprana mediante pruebas de PSA (antígeno prostático específico) y tacto rectal (TDR) puede mejorar significativamente el pronóstico. Si se diagnostica a tiempo, suele recomendarse la cirugía como una opción potencialmente curativa.
Tipos de cirugía de cáncer de próstata
A. Prostatectomía radical
La prostatectomía radical es el procedimiento quirúrgico más común para el cáncer de próstata. Consiste en la extirpación completa de la glándula prostática, junto con parte del tejido circundante y las vesículas seminales. Existen varios enfoques para realizar esta cirugía:
- Prostatectomía radical abierta : Este método tradicional implica una incisión en el abdomen inferior (retropúbico) o el perineo (entre el ano y el escroto). Permite el acceso directo a la próstata, pero es más invasivo y suele requerir una recuperación más prolongada.
- Prostatectomía radical laparoscópica : Esta técnica mínimamente invasiva utiliza varias incisiones pequeñas y herramientas especializadas para extirpar la próstata. Generalmente, resulta en una menor pérdida de sangre, estancias hospitalarias más cortas y una recuperación más rápida.
- Prostatectomía Laparoscópica Asistida por Robot (PALR) : La forma más avanzada de cirugía, la PALR, utiliza brazos robóticos controlados por un cirujano para realizar movimientos de alta precisión. Ofrece mejor visualización, menos complicaciones y mejores resultados en cuanto a continencia urinaria y función sexual.
B. Prostatectomía con conservación de nervios
En los casos en que el cáncer no se ha propagado más allá de la próstata, los cirujanos pueden realizar una técnica de preservación nerviosa. Este enfoque busca preservar los nervios responsables de la función eréctil. El éxito depende de la ubicación del tumor y de la experiencia del cirujano.
¿Cuándo se recomienda la cirugía?
La cirugía de cáncer de próstata generalmente se recomienda en las siguientes condiciones:
- El cáncer está confinado a la próstata (localizado).
- El paciente goza de buena salud y tiene una esperanza de vida de al menos 10 años.
- El paciente prefiere un tratamiento activo en lugar de una espera vigilante o radioterapia.
- El cáncer muestra signos de agresividad según la biopsia y los niveles de PSA.
En algunos casos, se puede realizar cirugía incluso si el cáncer se ha extendido ligeramente más allá de la próstata, siempre que todavía sea potencialmente curable.
Preparación para la cirugía
Antes de la cirugía, los pacientes se someten a varias evaluaciones que incluyen:
- Análisis de sangre y pruebas de diagnóstico por imágenes (resonancia magnética, tomografía computarizada o gammagrafía ósea) para evaluar la propagación del cáncer.
- Discusión de la historia clínica y medicación.
- Consultas preoperatorias para explicar el procedimiento, los riesgos y las expectativas postoperatorias.
Es posible que los pacientes deban suspender ciertos medicamentos, como anticoagulantes, y seguir instrucciones de ayuno. Podría ser necesaria una preparación intestinal antes de la cirugía.
El procedimiento quirúrgico
La prostatectomía suele durar de 2 a 4 horas, según el método y la complejidad. Durante la operación:
- Se extirpan la glándula prostática y los tejidos cercanos.
- Se pueden extirpar los ganglios linfáticos para realizar una biopsia si existe riesgo de propagación.
- Se inserta un catéter en la vejiga para ayudar a drenar la orina durante la curación.
Los pacientes generalmente están bajo anestesia general y son monitoreados de cerca durante todo el procedimiento.
Recuperación y cuidados posteriores
La hospitalización varía de 1 a 3 días. La recuperación completa puede tardar varias semanas. Algunos aspectos comunes de la recuperación incluyen:
- Sonda urinaria : generalmente se mantiene colocada durante 1 a 2 semanas después de la cirugía.
- Manejo del dolor : se recetan medicamentos para controlar las molestias.
- Actividad física : Se recomienda caminar suavemente poco después de la cirugía, pero se debe evitar la actividad extenuante durante varias semanas.
- Visitas de seguimiento : Las citas regulares controlan los niveles de PSA y el progreso de la recuperación.
Posibles efectos secundarios y complicaciones
Como cualquier cirugía mayor, la prostatectomía conlleva riesgos potenciales:
- Incontinencia urinaria : La pérdida del control de la vejiga es común al principio, pero suele mejorar en unos meses. Los ejercicios del suelo pélvico pueden facilitar la recuperación.
- Disfunción eréctil : El daño nervioso puede afectar la función sexual. La recuperación puede tardar meses o años, y los medicamentos o dispositivos pueden ser útiles.
- Infección o sangrado : aunque son poco frecuentes, estas complicaciones pueden ocurrir durante o después de la cirugía.
- Infertilidad : La cirugía elimina la capacidad de eyacular semen, lo que imposibilita la concepción natural. Se puede considerar el almacenamiento de esperma previamente.
Resultados a largo plazo
La prostatectomía radical ofrece un excelente control del cáncer a largo plazo, especialmente en pacientes con cáncer localizado. La mayoría de los hombres experimentan descensos significativos en los niveles de PSA, lo cual es una señal positiva. Las pruebas regulares de PSA después de la cirugía son cruciales para detectar la recurrencia.
Avances en la cirugía de próstata
Los avances tecnológicos han mejorado significativamente los resultados quirúrgicos:
- Sistemas Robóticos : Permiten cirugías más precisas y mínimamente invasivas.
- Imágenes mejoradas : ayudan a planificar y ejecutar mejor las técnicas de conservación de nervios.
- Protocolos de recuperación mejorados : se centran en reducir la estadía en el hospital y acelerar la rehabilitación.
Alternativas a la cirugía
No todos los casos de cáncer de próstata requieren cirugía. Las alternativas incluyen:
- Radioterapia : haz externo o braquiterapia (radiación interna).
- Terapia hormonal : retarda el crecimiento del cáncer al reducir la testosterona.
- Vigilancia activa : seguimiento de cánceres de bajo riesgo sin tratamiento inmediato.
Conclusión
La cirugía del cáncer de próstata, en particular la prostatectomía radical, sigue siendo fundamental en el tratamiento del cáncer de próstata localizado y potencialmente curable. Gracias a los avances en técnicas mínimamente invasivas y procedimientos asistidos por robot, los resultados son cada vez más favorables, con menores efectos secundarios y una mejor calidad de vida.
Elegir el tratamiento adecuado implica considerar el estadio del cáncer, la salud del paciente y sus preferencias personales. Consultar con un urólogo y un equipo oncológico puede ayudar a guiar esta importante decisión, garantizando el mejor resultado posible para cada paciente.
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- Atención holística al paciente :
- Asesoramiento preoperatorio que cubre detalles del procedimiento, modificaciones del estilo de vida y preservación de la fertilidad (banco de esperma).
- Rehabilitación postoperatoria integral, que incluye fisioterapia del suelo pélvico, entrenamiento de continencia, apoyo a la función sexual y orientación nutricional.
- Programas de seguimiento y supervivencia : monitoreo regular del PSA, grupos de apoyo, asesoramiento psicológico y clínicas de supervivencia a largo plazo para abordar inquietudes sobre la calidad de vida.
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