Actualización de la investigación pediátrica: El uso de la nutrición como herramienta terapéutica para abordar la obesidad

Cada mes, el Comité Pediátrico evalúa los avances recientes en la investigación sobre la obesidad infantil para mantener informados a los profesionales de la salud. Esta edición profundiza en cómo la nutrición, enmarcada en la medicina culinaria, puede ser un método eficaz y duradero para controlar el peso y mejorar la salud de niños y adolescentes.

Descripción general del artículo

Esta actualización se centra en cómo aplicar estrategias dietéticas individualizadas, especialmente aquellas basadas en los principios de la medicina culinaria, para tratar la obesidad. Abarca diversos enfoques con base científica, como ajustes de macronutrientes, estructuración de comidas y patrones dietéticos bien documentados, como las dietas mediterránea y DASH. El artículo también analiza métodos para reducir la ingesta calórica y promover la estabilidad del peso a largo plazo.

Análisis a fondo

Como febrero celebra el amor, muchos buscan maneras especiales de disfrutar el tiempo con sus seres queridos. Imagine, en lugar de la típica cena, pasar tiempo de calidad con su médico: elegir productos frescos, cocinar juntos una comida saludable y aprender cómo la comida puede ser tanto un placer como una herramienta para la salud.

Esta es la esencia de la medicina culinaria: una disciplina que integra las habilidades culinarias con los conocimientos de nutrición clínica. Las investigaciones demuestran que la formación práctica en cocina puede reducir los gastos en comestibles, mejorar los conocimientos nutricionales y aumentar la confianza para mantener una dieta equilibrada.

La obesidad puede parecer una condición difícil de abordar, pero es importante recordar que pequeños cambios, como modificar nuestra alimentación y cómo la comemos, pueden tener un profundo impacto. Como dijo Neil Armstrong: «Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad». Asimismo, modificar la dieta puede suponer un avance monumental en el control de la obesidad.

El artículo de este mes ofrece una revisión narrativa de estudios publicados en PubMed, centrándose en las estrategias dietéticas para el tratamiento de la obesidad. Una planificación nutricional eficaz debe adaptarse a las necesidades de cada individuo, considerando la edad, el estilo de vida, los antecedentes culturales, las preferencias alimentarias y cualquier problema médico existente.

 

Reducción calórica y equilibrio de macronutrientes

Un objetivo fundamental de la intervención dietética es reducir la ingesta energética total. Ajustar la proporción y la calidad de los macronutrientes desempeña un papel fundamental para influir en la saciedad, la adherencia alimentaria y la salud metabólica.

  • Ingesta calórica sugerida:

    • Mujeres: ~1500 kcal/día
    • Hombres: 1500–1800 kcal/día
  • Distribución estándar de macronutrientes:

    • Carbohidratos: 45–65%
    • Grasas: 20–35%
    • Proteínas: 10–15%
  • Dietas altas en proteínas:

    • Las proteínas representan entre el 20 y el 30 % de las calorías diarias.
    • Favorece una mejor saciedad y ayuda a mantener la masa magra durante la pérdida de peso.
  • Dietas de bajo índice glucémico (IG):

    • Recomendado para enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 y afecciones cardiovasculares.
    • Mejora la saciedad, modera las respuestas de insulina y mejora la sensibilidad a la insulina.
  • Alimentos ricos en fibra:

    • Especialmente la fibra soluble (viscosa) ayuda a regular el hambre espesando el contenido de alimentos en el estómago, retardando la digestión e influyendo en las hormonas relacionadas con la saciedad.
  • Dietas bajas en carbohidratos:

    • Entre el 20 y el 45 % de las calorías diarias provienen de carbohidratos
    • Tienden a frenar el hambre y aumentar la sensación de saciedad.
    • Puede causar efectos secundarios como estreñimiento, dolores de cabeza y calambres musculares.
  • Dietas bajas en grasas:

    • Menos del 30% de las calorías totales provienen de grasas
    • Puede mejorar la sensación de saciedad al tiempo que favorece un déficit calórico.

Patrones de alimentación preferidos

Ciertos enfoques dietéticos bien estudiados han demostrado resultados sólidos en el control del peso:

  • Dieta Mediterránea
  • Dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión)

El horario de las comidas también influye, aunque los resultados siguen siendo contradictorios. Diversos patrones incluyen:

  • Ayuno en días alternos
  • 5:2 Ayuno intermitente
  • Alimentación restringida en el tiempo (por ejemplo, comer solo dentro de un período de 8 horas)

 

Hábitos alimentarios que debemos evitar

Algunos hábitos alimentarios y tipos de alimentos están relacionados con malos resultados en el peso y deben minimizarse:

  • Azúcares añadidos y bebidas azucaradas:

    • Un bajo nivel de fibra, una digestión rápida, una alta densidad calórica y una alta palatabilidad pueden alterar las señales de hambre y promover comer en exceso.
  • Dietas altas en carbohidratos:

    • Estimula la insulina, fomenta el almacenamiento de grasa y suprime la quema de grasa, lo que puede reducir la tasa metabólica y promover el aumento de peso.
  • Dietas altas en grasas:

    • Puede alterar la flora intestinal, reducir el metabolismo de las grasas y suprimir las hormonas clave que regulan el apetito, lo que contribuye a la resistencia a la insulina y al aumento del apetito.

 

Estrategias para el mantenimiento sostenido del peso

Mantener la pérdida de peso implica más que simplemente comer menos: se trata de adoptar hábitos saludables y constantes. Una dieta equilibrada baja en calorías que incluya frutas, verduras, grasas saludables, proteínas magras y cereales integrales es clave. Esto se puede lograr mediante:

  • Preparar comidas en casa con ingredientes frescos y sin procesar.
  • Comer comidas más pequeñas y frecuentes
  • No saltarse el desayuno

Las conductas de apoyo incluyen:

  • Registro regular de alimentos
  • Pesajes semanales
  • Mantenerse físicamente activo

Consideraciones en niños y adolescentes

El aumento excesivo de peso durante la infancia suele deberse a un desequilibrio entre la ingesta y el gasto calórico. Las intervenciones dietéticas pediátricas requieren especial atención y supervisión médica, ya que las dietas restrictivas o de moda pueden conllevar riesgos, incluyendo trastornos alimentarios.

Para muchos niños, especialmente durante los períodos de crecimiento rápido o la pubertad, la prioridad debe ser frenar el aumento de peso en lugar de la pérdida inmediata. Investigaciones que analizan los hábitos a largo plazo revelan que el aumento de peso suele estar relacionado con alimentos como la margarina, las carnes rebozadas, las patatas fritas, los postres y las bebidas azucaradas. Los programas escolares han demostrado efectos positivos al mejorar la calidad nutricional de las comidas disponibles.

 

Reflexiones finales

Las estrategias dietéticas más efectivas son aquellas que se mantienen a largo plazo. Priorizar los alimentos integrales, reducir el consumo de ultraprocesados ​​y aumentar la ingesta de micronutrientes puede promover la saciedad, favorecer la pérdida de peso y ayudar a mantener un peso corporal saludable.

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