¿Qué es el nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia)?

La hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en sangre) es una afección que se produce cuando los niveles de glucosa en sangre descienden por debajo de 70 mg/dl. Esto suele deberse a que el cuerpo libera demasiada insulina. La afección se clasifica en leve, moderada o grave, según la drástica disminución de los niveles de azúcar en sangre y la intensidad de los síntomas.

¿Qué es el nivel bajo de azúcar en la sangre?

Los malos hábitos alimenticios y los patrones de alimentación irregulares son factores clave que contribuyen a la hipoglucemia. Consumir comidas ricas en carbohidratos, saltarse comidas o llevar un estilo de vida poco saludable puede aumentar significativamente la probabilidad de desarrollar hipoglucemia.

Esta afección puede provocar complicaciones potencialmente mortales, especialmente en personas que dependen de la insulina. Mantener la glucemia dentro de un rango saludable es vital, ya que ignorar la hipoglucemia o retrasar el tratamiento puede provocar pérdida del conocimiento o incluso la muerte. Dado que la hipoglucemia puede desarrollarse sin previo aviso, es fundamental mantenerse alerta. Un horario adecuado para las comidas y minimizar el consumo de azúcar pueden ayudar a prevenirla.

¿Cuáles son los síntomas de un nivel bajo de azúcar en la sangre?

Los primeros signos de hipoglucemia incluyen hambre intensa, temblores, ansiedad, sudoración, mareos, palidez y taquicardia. También puede presentarse hormigueo en la lengua o los labios y visión borrosa. En esta etapa, la ingesta de azúcar puede ayudar a restablecer los niveles de azúcar en sangre.

En casos moderados, los síntomas se acentúan, incluyendo dolor de cabeza, dolor de estómago, dificultad para hablar y entumecimiento. Cuando los niveles de azúcar bajan drásticamente (por debajo de 50 mg/dl), se produce una hipoglucemia grave, que puede provocar desmayos debido a la falta de glucosa en el cerebro.

En estos casos críticos, la atención médica es crucial. Se puede realizar una prueba de tolerancia a la glucosa para confirmar la hipoglucemia. Esta consiste en administrar una dosis de azúcar, seguida de un análisis de sangre para verificar los niveles de glucosa. Si los niveles permanecen anormalmente bajos, se realiza el diagnóstico.

¿Todos los diabéticos responden al bajo nivel de azúcar en sangre de la misma manera?

No todas las personas con diabetes experimentan la hipoglucemia de la misma manera. Algunas personas pueden no presentar síntomas típicos incluso cuando su nivel de azúcar en sangre baja de 60 mg/dl. Por ejemplo, una persona podría sentirse completamente normal incluso si su nivel baja a 45 mg/dl.

La razón precisa de esta variabilidad no se comprende del todo, pero el uso prolongado de insulina, la disminución de la secreción de glucagón por el páncreas o las alteraciones en el procesamiento de señales cerebrales son posibles factores. Este fenómeno, denominado «hipoglucemia asintomática», se volvió más común con la llegada de los tratamientos con insulina humana.

¿Cómo se trata la hipoglucemia?

Si se sospecha hipoglucemia, el primer paso es usar un glucómetro para confirmar los niveles de azúcar en sangre. Si la lectura es inferior a 70 mg/dl y hay síntomas, se debe iniciar el tratamiento de inmediato. Si se presenta después de una comida, consumir de 2 a 3 terrones de azúcar o un vaso pequeño de jugo o limonada puede ser beneficioso. Si el episodio ocurre poco antes de una comida programada, se recomienda comer inmediatamente.

Si no se observa mejoría después de 10 a 15 minutos, se debe repetir la ingesta de azúcar. En caso de que la persona pierda el conocimiento y no pueda ingerir nada por vía oral, se debe administrar glucosa o glucagón mediante inyección. El glucagón ayuda a estimular al hígado a liberar el azúcar almacenado al torrente sanguíneo.

Dado que las personas inconscientes no pueden automedicarse, es fundamental que quienes las rodean (familiares, profesores o compañeros de clase) reciban capacitación sobre la administración de glucagón. Esta inyección, disponible en farmacias, se administra intramuscularmente con una jeringa. Normalmente, restablece los niveles normales de azúcar en 15 a 20 minutos. Si el paciente permanece inconsciente, se debe administrar una segunda dosis y contactar inmediatamente con los servicios de emergencia.

Además de abordar los síntomas inmediatos, el tratamiento busca proteger la función cerebral y prevenir futuros episodios. Con frecuencia, se requiere un control continuo de la glucosa para ajustar los planes de tratamiento. Se anima a los pacientes a seguir una dieta equilibrada y adoptar hábitos saludables. En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para ayudar a mantener niveles estables de glucosa. La hipoglucemia persistente puede requerir una evaluación más exhaustiva de la función pancreática.

Dieta para la hipoglucemia

Para evitar episodios de hipoglucemia, las personas con diabetes deben seguir una dieta adaptada. Es fundamental un plan de alimentación rico en fibra que incluya verduras, frutas, legumbres, cereales y trigo integral. Las carnes como el pollo y el pescado deben cocinarse a la parrilla, y las aves deben despellejarse.

Los alimentos ricos en azúcares simples, como mermeladas, pasteles, delicias turcas, dulces y tartas, pueden causar fluctuaciones bruscas de azúcar en sangre y deben evitarse. En cambio, los carbohidratos complejos presentes en la pasta integral, el arroz integral y las legumbres ofrecen un control más estable de la glucosa.

Se recomiendan las frutas frescas en lugar de los jugos envasados, que suelen contener azúcares añadidos. Bebidas como las bebidas de cola, el café con cafeína y las bebidas de chocolate pueden agravar la fatiga y deben minimizarse. Se desaconseja terminantemente el alcohol. Se recomiendan comidas frecuentes y pequeñas a lo largo del día para mantener niveles constantes de energía y azúcar en sangre.

¿Qué es la hipoglucemia reactiva?

La hipoglucemia reactiva se refiere a una caída repentina de azúcar en sangre que ocurre aproximadamente dos horas después de comer. La respuesta del cuerpo a una comida provoca una liberación excesiva de insulina, que reduce rápidamente el nivel de azúcar en sangre por debajo de lo normal, creando un patrón crónico que requiere un manejo cuidadoso.

¿Cómo entender la hipoglucemia reactiva?

El síntoma distintivo de la hipoglucemia reactiva es una intensa sensación de debilidad o hambre repentina entre dos y cuatro horas después de comer. Esto puede acompañarse de un deseo insaciable de consumir alimentos azucarados. Esta afección también se acompaña de cambios emocionales, como irritabilidad, pensamientos negativos y bajo estado de ánimo.

Dieta e hipoglucemia reactiva

Las personas con hipoglucemia reactiva deben seguir un plan de alimentación específico. Deben evitar ayunar durante más de tres horas y procurar consumir de 6 a 8 comidas pequeñas al día. Las comidas deben equilibrar las proteínas, las grasas y los carbohidratos, con énfasis en cereales integrales, legumbres, frutas, verduras y opciones ricas en fibra.

Es fundamental evitar los azúcares simples y los alimentos grasos. Junto con los cambios en la dieta, la actividad física regular desempeña un papel fundamental en el control de los síntomas y la mejora de la calidad de vida.

¿Cómo se trata la hipoglucemia reactiva?

Además de las modificaciones en el estilo de vida y la dieta, en algunos casos se pueden recetar medicamentos que ayudan a controlar los niveles de insulina. El tratamiento suele evitar la medicación a menos que sea estrictamente necesario, y las dosis de los medicamentos se adaptan a los patrones de glucosa en sangre.

El manejo a largo plazo incluye un control constante de la glucosa, la planificación de las comidas y una rutina diaria estructurada bajo supervisión médica. También es necesario identificar y abordar con prontitud las causas subyacentes. Mantener una dieta nutritiva, hacer ejercicio y cuidarse a sí mismo en general son componentes esenciales del manejo a lo largo de la vida.

Se recomienda a las personas diabéticas que se insulinizan y a quienes padecen hipoglucemia reactiva que lleven siempre consigo un refrigerio azucarado para emergencias. Sin embargo, estos deben considerarse soluciones temporales. Un enfoque más saludable consiste en satisfacer las necesidades de azúcar con alimentos naturales como frutas y verduras, evitando los dulces procesados.

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