El herpes zóster es una infección viral que se caracteriza por una erupción dolorosa que suele aparecer como una franja en un lado del cuerpo. La erupción se convierte en ampollas llenas de líquido que pueden ser extremadamente incómodas. Esta afección es causada por el virus de la varicela-zóster, el mismo virus responsable de la varicela. Quienes han tenido varicela son portadores del virus latente en sus cuerpos, que puede reactivarse más adelante en la vida y convertirse en herpes zóster. Los síntomas incluyen sensación de ardor u hormigueo, erupción con picazón, dolor intenso, fatiga, fiebre y sensibilidad al calor.
¿Qué es el herpes zóster?
También conocido como herpes zóster, el herpes zóster es una infección viral que afecta tanto a los nervios como a la piel. Se manifiesta con erupciones dolorosas acompañadas de pequeñas ampollas. El virus de la varicela-zóster permanece latente en el cuerpo después de que una persona se recupera de la varicela, instalándose en las células nerviosas de la médula espinal. En ciertos casos, el virus se reactiva, viajando a través de las vías nerviosas hasta la piel y causando el herpes zóster.
La afección suele ser localizada y afectar una zona específica del cuerpo, generalmente un lado. Puede ser especialmente dolorosa porque afecta los nervios además de la piel.
¿Qué causa el herpes zóster?
El herpes zóster se produce cuando el virus de la varicela-zóster se reactiva en el organismo tras haber permanecido latente durante años. La causa exacta de esta reactivación suele estar relacionada con un sistema inmunitario debilitado. Entre los factores que pueden contribuir a ello se incluyen:
- Envejecimiento : El riesgo aumenta significativamente después de los 50 años. Alrededor del 70% de los casos ocurren en personas mayores de 50 años, y las personas mayores de 80 años tienen un 50% de probabilidades de desarrollar herpes zóster.
- Enfermedades : Condiciones como el VIH/SIDA y el cáncer pueden suprimir la función inmune, aumentando la probabilidad de reactivación.
- Tratamientos médicos : Los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden debilitar el sistema inmunitario y desencadenar la infección por el virus. Los medicamentos inmunosupresores utilizados para trasplantes de órganos también pueden aumentar el riesgo.
- Estrés y fatiga : el estrés crónico y el agotamiento excesivo debilitan el sistema inmunológico, aumentando la vulnerabilidad al herpes zóster.
¿Cuáles son los síntomas del herpes zóster?
Los primeros signos de la culebrilla suelen incluir hormigueo, ardor o dolor en una zona localizada del cuerpo. A los pocos días, aparece una erupción cutánea, seguida de grupos de ampollas llenas de líquido. Otros síntomas pueden incluir:
- Dolor persistente en la región afectada.
- Un sarpullido rojo que pica
- Fiebre y escalofríos
- dolores de cabeza
- Sensibilidad a la luz
- Fatiga y malestar general
La enfermedad suele durar entre tres y cinco semanas. Las ampollas suelen aparecer entre tres y cuatro días después de la aparición de los síntomas y empiezan a secarse en diez días. Las costras se caen en dos o tres semanas.
¿Cómo se diagnostica el herpes zóster?
Los médicos suelen diagnosticar el herpes zóster mediante un examen físico. La presencia de una erupción cutánea distintiva, acompañada de dolor, es un claro indicador de la afección. En casos excepcionales, cuando el diagnóstico no es claro, se puede realizar una prueba de Tzanck. Esta consiste en tomar una muestra de la ampolla y analizarla al microscopio.
Es importante tener en cuenta que el dolor por sí solo no es suficiente para confirmar la presencia de herpes zóster, ya que otras afecciones pueden causar dolor nervioso similar. Una erupción visible es necesaria para un diagnóstico definitivo.
¿Cómo se puede prevenir el herpes zóster?
Existe una vacuna contra el herpes zóster desde 2006 y se utiliza en muchos países desde 2015. Esta vacuna reduce significativamente la probabilidad de desarrollar herpes zóster y, si la enfermedad se presenta, tiende a ser mucho más leve.
En algunos países, la vacuna se recomienda para personas mayores de 50 años, mientras que en otros se administra principalmente a mayores de 60. Una sola dosis de la vacuna ofrece protección durante al menos cinco años. Se recomienda a quienes cumplan los requisitos para la vacunación que consulten con un profesional de la salud para obtener orientación.
¿Existe algún tratamiento para el herpes zóster?
El tratamiento temprano del herpes zóster es crucial para reducir la gravedad de los síntomas y prevenir complicaciones. El tratamiento suele incluir:
- Medicamentos antivirales : deben iniciarse dentro de las 72 horas siguientes a la aparición de la erupción para limitar la propagación del virus.
- Suplementos de vitamina B : ayudan a curar los nervios y reducen la inflamación.
- Manejo del dolor : las cremas tópicas y los analgésicos orales pueden ayudar a aliviar las molestias.
- Cuidado adecuado de las heridas : el uso de cremas calmantes y el mantenimiento de la higiene previenen las infecciones.
- Descanso y buena alimentación – Una dieta equilibrada y un descanso suficiente favorecen el proceso de curación del organismo.
Lo que debe saber sobre la vacuna contra el herpes zóster
- La vacuna se administra mediante una única inyección en la parte superior del brazo.
- Su función principal es reducir el riesgo de desarrollar herpes zóster.
- Si se toma mientras ya se padece herpes zóster, puede disminuir la gravedad de los síntomas.
- La vacuna proporciona protección durante al menos cinco años.
¿Cuánto tiempo tarda en sanar el herpes zóster?
La erupción suele sanar en dos semanas, pero el dolor nervioso puede persistir durante meses, sobre todo en personas mayores. Este dolor persistente se conoce como neuralgia posherpética (NPH).
En personas jóvenes y sanas, las molestias suelen remitir en un mes. Sin embargo, los pacientes mayores o con sistemas inmunitarios debilitados pueden experimentar complicaciones prolongadas.
¿Qué ayuda con el herpes zóster?
Algunos remedios naturales y caseros pueden ayudar a aliviar los síntomas:
- Tomar duchas tibias : ayuda a limpiar las ampollas y reducir la irritación.
- Aplicación de compresas frías : alivia el ardor y la picazón, pero no debe incluir la aplicación directa de hielo.
- Uso de pasta de bicarbonato de sodio : una mezcla de bicarbonato de sodio y agua aplicada sobre la erupción puede aliviar las molestias.
- Cremas y lociones hidratantes : los productos con propiedades antiinflamatorias pueden reducir la irritación.
- Fortalece la función inmunológica : comer alimentos ricos en vitaminas, como naranjas, espinacas, huevos y tomates, favorece la salud inmunológica.
¿Cuáles son las posibles complicaciones del herpes zóster?
Si no se trata, el herpes zóster puede provocar complicaciones, entre ellas:
- Neuralgia posherpética (dolor nervioso crónico)
- Problemas de visión si el virus afecta el ojo.
- Trastornos neurológicos
- Infecciones de la piel por ampollas abiertas
- Parálisis facial o pérdida auditiva en casos graves.
Preguntas frecuentes sobre el herpes zóster
¿Importa la ubicación de las tejas?
Sí, el herpes zóster suele afectar el torso, pero también puede aparecer en la cara, especialmente alrededor de los ojos. Cuando se presenta cerca de los ojos (herpes zóster oftálmico), puede causar problemas de visión.
¿Quién debe evitar la vacuna contra el herpes zóster?
Las personas que hayan recibido trasplantes de órganos o de médula ósea o que tengan el sistema inmunitario gravemente debilitado no deben recibir la vacuna.
¿El herpes zóster es contagioso?
El herpes zóster en sí no es contagioso, pero una persona con herpes zóster puede transmitir el virus de la varicela-zóster a otras personas que nunca han tenido varicela. Si se transmite, la persona expuesta desarrollará varicela, no herpes zóster.
¿Puede volver a aparecer el herpes zóster?
Si bien es poco común, el herpes zóster puede reaparecer, especialmente en personas que lo padecen a una edad temprana.
¿Cómo afecta el estrés al herpes zóster?
El estrés debilita el sistema inmunitario, lo que facilita la reactivación del virus. Los altos niveles de estrés, la fatiga crónica y el malestar emocional son factores que contribuyen.
¿Puede el herpes zóster confundirse con otras enfermedades?
Sí, algunas afecciones causan dolor nervioso o reacciones cutáneas similares. Sin embargo, los dermatólogos suelen distinguir el herpes zóster basándose en los síntomas y la apariencia de la erupción.
¿Qué sucede si no se trata el herpes zóster?
Si no se trata, el herpes zóster puede provocar complicaciones como daño a los nervios, infecciones secundarias y, en casos graves, deterioro de la visión.
¿Pueden verse afectadas las mujeres embarazadas?
Las mujeres embarazadas deben evitar el contacto con personas con herpes zóster o varicela. En caso de exposición, deben consultar a un profesional de la salud de inmediato.
Hospital Erdem – ¡La elección correcta para su salud!