Tratamiento HIFU: una guía completa para pacientes del Hospital Erdem

El Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad (HIFU) es un método innovador para tratar el cáncer de próstata. Mediante el uso de ondas ultrasónicas de alta frecuencia, el HIFU ataca y destruye eficazmente las células cancerosas en la próstata, ofreciendo una solución no invasiva para el cáncer de próstata localizado.

 

¿Quién es apto para el tratamiento HIFU?

El HIFU es más eficaz en personas con cáncer de próstata localizado, es decir, que el cáncer se limita a la próstata y tiene un riesgo de propagación de bajo a medio. También puede ser una opción para quienes tienen cáncer de próstata localmente avanzado o cáncer que ha comenzado a propagarse, pero permanece cerca de la próstata. Sin embargo, el HIFU no es adecuado para el cáncer de próstata avanzado que ha metastatizado a otras partes del cuerpo. Además, el HIFU puede ser un tratamiento viable para el cáncer de próstata recurrente después de la radioterapia o un tratamiento previo con HIFU.

Antes de su tratamiento

Los pacientes que se someten a HIFU en el Hospital Erdem se benefician de un proceso bien planificado. Antes del tratamiento, se realiza una resonancia magnética para localizar la ubicación exacta del cáncer. Recibirá instrucciones sobre la preparación, incluyendo el vaciado intestinal mediante un enema y las restricciones dietéticas. Estos pasos garantizan unas condiciones óptimas para el tratamiento.

 

Durante el HIFU

El procedimiento se realiza bajo anestesia general. Se inserta una sonda urinaria para drenar la vejiga y se coloca una sonda especializada de HIFU en el recto. Esta sonda emite ondas ultrasónicas de alta intensidad para atacar con precisión y destruir las células cancerosas. Dependiendo de la zona a tratar, el proceso dura aproximadamente de 1 a 3 horas.

 

Después de su tratamiento

Tras el procedimiento, los pacientes suelen recuperarse rápidamente y reciben el alta el mismo día. Es posible que necesite usar una sonda urinaria hasta por una semana, y se le proporcionarán instrucciones detalladas para su cuidado. Es importante evitar conducir después del procedimiento debido a los efectos de la anestesia.

 

¿Qué pasa después?

Los seguimientos regulares son fundamentales después del tratamiento con HIFU para supervisar el progreso y abordar cualquier efecto secundario. Las pruebas, como los niveles de PSA, las resonancias magnéticas y las biopsias, ayudan a evaluar la eficacia del tratamiento. Si el cáncer reaparece, se podrían recomendar opciones adicionales, como más HIFU, radioterapia, crioterapia, cirugía o terapia hormonal, según cada caso.

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